viernes, 16 de enero de 2015

Pareciera que todo lo que hacemos hoy en día, ya solo es una repetición, algo desdibujada, de la historia. Así veo a nuestra Política Peruviana del siglo 21. Soy biólogo y no sé mucho de leyes. Pero, luego de vivir casi medio siglo, veo y veo lo que sucede en la política de nuestro País. Y saben, la veo como una burda replica de los Imperios antiguos, aquellos que "dizque" eran por imposición divina. Imperios de Faraones, de Emperadores, de Inkas o equivalentes,

Y es que el sistema político peruano, que busca ser lo más democrático posible, tiene tantos parches y adaptaciones (entiéndase modificaciones) que hoy en día, en pleno siglo 21, este sistema más parece el pantalón del Chavo del Ocho.

Y es que el sistema político peruano adolece por todos lados…. Desde su concepto, hasta su aplicación en la vida de los peruanos. Lamentablemente, hoy en día tenemos políticos profesionales (¿profesionales?) que nacieron en este sistema, por lo que no saben de política fuera de este mismo sistema. Esta gente, que cree “nos representa”, trae consigo todos los lastres y errores del sistema, y los defienden a capa y espada. Y harán todo lo que puedan por mantener el Status Quo.

Por eso, me atrevo a escribir estas líneas… para hacer visible diferentes facetas y etapas del sistema político peruano actual. Presento mis ideas en desorden… pero con cierta cronología que refleja el proceso de elección de políticos y políticas en el Perú.

NEGOCIO REDONDO
Hoy en día, participar en el sistema político peruano es un NEGOCIO REDONDO. Un negocio que reditúa, que deja ganancias. Que promueve la inversión privada en los candidatos de turno. Un negocio que espera retorno rápido, y esto porque se debe dar en los plazos que dura la autoridad elegida.

No me creen…. De acuerdo a la ONPE, en la última campaña electoral, el partido del candidato ganador “invirtió” más de S/.6`000,000 (Seis millones de soles). http://elcomercio.pe/politica/partidos/solidaridad-nacional-reconoce-millonaria-cifra-gastos-campana-elecciones-noticia-1764610. Un cálculo sencillo… al inicio del 2011, el Alcalde de Lima tenía un salario asignado de S/.14,300.00 (con todos los beneficios sociales). Al año, considerando quince sueldos, el alcalde ganaría S/.214,500.00. Y durante los cuatro años siguientes, el total ganado por concepto de salarios sería S/.858,000.00. Es decir, con el salario del alcalde en cuatro años no alcanza ni para el 15% de todo lo INVERTIDO… ¿Entonces???? Acá entra la “inversión privada”, que obviamente esperará un retorno.

Como ven, es obvio que cada año las campañas electorales serán más y más costosas… por lo que los compromisos de retorno serán más y más caros.   

EN MI CARA… NO
Una de las características de nuestro sistema político peruviano del siglo 21 es que depende de las caras. Sí, la cara es lo más importante. No el mensaje, no el Plan de Gobierno, No la representación política. No los ejes programáticos. Sólo la Cara. Este sistema es tan, pero tan perverso, que ponemos las fotos de las caras en las cedulas electorales…. Alucinante.

De la misma manera, toda la publicidad de campaña se basa en las Caras y el nombre … no en mensajes o programas. Sólo en caras fotoshopeadas, y mejoradas. Caras a full color, en blanco y negro, en siluetas, en abstracto, en caricatura. Caras y más caras… rellenas de nombres, cada vez más rimbombantes.

Y si hablamos de caras, y vemos con atención, ni siquiera se busca alentar al caudillo. Porque Yo sepa, ningún caudillo histórico publicó tanto su cara para llevar su mensaje. Y en todos los casos, los caudillos históricos dieron su vida por el país. Ya quiero ver cuántos de estos que ponen su cara en paneles, pantallas, banners, pintas y otros darán su vida por el País… por la causa. Por eso digo, que si me ponen un caudillo (de verdad) en frente… con orgullo lo seguiré.

PORQUÉ DIOS ASÍ LO QUISO
Quiso Dios que tuviéramos autoridades. Y Dios diferenció a las autoridades en Jueces, Sacerdotes, Reyes, y otros más. No me creen… lean el Éxodo. Y verán que Dios le dio a cada linaje de la casa de Israel un rol como autoridad.

Quiso Dios que existieran los Faraones, los emperadores, los Zares, los Inkas, entre otros que gobernaron por poder divino.

Hoy en día, quiso Dios que elijamos a nuestras autoridades… que repiten hasta el cansancio “la Voz del Pueblo es la Voz de Dios”. Y la voz del pueblo habla a través de los votos. Alguna vez han visto cómo se comporta un “elegido” por el pueblo??? Se siente imbatibles, poderosos, sobre todas las leyes y costumbres. Para los elegido, todas las cosas que se oponen a su querer son Minorías… y las minorías no hablan el lenguaje del Dios que los eligió. Esto lo remarcan todo el tiempo, a toda hora, a toda la gente que tienen bajo su trono (hoy oficina).  Se han dado cuenta que a mayor rango es la autoridad, más alto es el respaldar de su silla (trono)??? Véanlo. Realmente sienten que fueron elegidos por Dios, y esperan que eso les quede claro a todos.

Así es nuestro sistema político peruviano del siglo 21. Se basa en elecciones que eligen “representantes” del Pueblo… del pueblo que habla en nombre de Dios. Así, todos los niveles de nuestras autoridades sienten esta divinidad, especialmente las que son elegidas por “voto popular”. Desde los que gobiernan en todos los niveles, hasta los que solo son elegidos para “congregarse” y “regir” mediante leyes, normas, reglas, ordenanzas, entre otros.

Lo que es más lamentable de esta decisión divina… es que hace sentir el poder del elegido. Y este poder, suele distorsionarse muy fácilmente. Cómo lo sé??? Vean cuantas autoridades “sienten” que tienen el derecho divino de “estar sobre las Leyes”. Se sienten con todo el poder, para poder ignorar lo normado, lo reglamentado, lo regulado. Sienten la divinidad de su poder… y nadie puede poner en duda eso.

Y DE TU NOMBRE… NO QUEDARÁ NADA
Otra característica de nuestro sistema político peruviano del siglo 21 es que cada vez que tenemos nuevas autoridades, estas sienten la imperiosa necesidad de “desaparecer” de la historia todo lo relacionado a la autoridad anterior.

Es frecuente, aunque hay algunas pequeñas y honrosas excepciones, que toda nueva autoridad, más aún si es elegida por la Voz de Dios, sienta esa necesidad de “dejar su nombre para la Historia”. Lamentablemente, hasta esto lo hemos distorsionado.

Antiguamente, esta necesidad se traducía en obras “inmortales”, permanentes, que trascienden en el tiempo. Así, poco a poco, el espacio en qué vivimos se iba llenando de obras monumentales… y como un Panteón Griego, cada obra con un nombre diferente. Hoy en día, nuestra mediocridad no nos da para poder dejar “obras” trascendentes. Por eso, optamos por “borrar de la historia” a la autoridad anterior. Desaparecerla, erradicarla de la memoria de la gente. “Será maldito y desterrado todo aquel que en esta gestión la mencione… la nombre, o la recuerde”

Cómo ven, nuestro sistema político actual tiene muchas facetas que realmente son resultado de la distorsión grotesca de algo que queremos… pero que no sabemos cómo hacerlo. Recuerdo que desde el colegio aprendí que Tayta San Martín nos dio la libertad… pero no nos enseñó cómo usarla.

Con estas palabras, no quiero ser la cara de un movimiento caudillista. Sólo quiero sembrar una reflexión en quienes creen que la política puede ser diferente. Quiero que se haga evidente que la forma en que hacemos y vivimos la política hoy en día NO ES BUENA…. Y que tarde o temprano debemos – tendremos - cambiarla.

Saludos


Daniel Valle Basto